Perdidos
del mapa
Eran las 7:00 de la mañana. El sol radiaba con un brillo hermoso y
el cielo estaba bien despejado, incluso se podría llegar a pensar
que eran las 12:00 del mediodía, pero ahora que recuerdo bien, ya no era tan hermoso ya
que era lunes y desgraciadamente tenía que ir a la escuela.
Estoy
en sexto. Estaba acostada pensando que podía inventar para no ir a la
escuela pero en eso escucho, -Vamos Oriana, a levantarse o llegarás
tarde-. Sí, esa era mi mamá. -Si ya voy-, le contesté sin mucha
gana.
Me
levanté, me vestí, me arreglé, desayuné y salí. Quedamos de
encontrarnos con mis amigos en la esquina de la escuela, pero hacía
tres minutos que estaba allí y ni rastro de ellos. Sí, lo sé, no tengo
mucha paciencia. A lo lejos escuché gritos -Ori, Ori, Ori,
O-ri-a-na-, "Son esos idiotas", pensé. Me reí muy fuerte, a carcajadas. Eran
Tamara y Julián,
Tamara
tiene mi edad pero parece más grande; Julián está en tercero. Es
el hermano de Tamara y somos amigos desde que tengo uso de razón.
Ellos venían con su mamá. -Hola- me dicen los tres a la misma vez,
-HOLA- contesto enérgicamente. La mamá de Ellos se va y nosotros
nos dirigíamos a la escuela... si leyeron, bien "dirigíamos" en
pasado ¿Por qué en pasado? Yyyy porque los tres empezamos a decir
"no quiero ir a la escuela" Y cientos de cosas parecidas,
hasta que nos decidimos a escaparnos e ir al shopping que estaba
cerca de ahí.
-Bueno,
por fin llegamos al shopping- exclamó Julián. - Ayyyy ni que
hubiéramos caminando hasta la china-, dijo Tamara con voz burlona.
Yo obviamente me reí y Julián nos miraba con cara de enojo. Pasado
un rato dije: -bueno nosotros salimos a las cinco y son las cuatro.
Será mejor que nos vayamos así llegamos en hora y nuestro padres no
se enteran- argumente. Tamara asintió con la cabeza mientras que
Julián me miró con cara de flojera y dijo - Y qué, nos vamos a ir
caminando-. A lo que contesté con voz irónica -no Juli, ya baja el
helicóptero para llevarte a vos-. Tamii estalló de risa y Juli solo
suspiro y me dijo -inmadura-.
Salimos
del shopping, y caminamos unas cuantas cuadras. Ya era de noche y eso
que eran solo las 4:05 de la tarde. Las calles no me parecían
conocidas pero me decía a mi misma: "No me puedo perder, desde
chica vivo por estos rumbos" - me reí- ¿Por estos rumbos? ¿En
serio oriana? Ja ja ja, que estás en medio del campo-. Caminamos más
y yo seguía sin reconocer las calles, Tamii y Juli estaban asustados
ya que ellos tampoco conocían las calles. Llegamos a una plaza muy
oscura. Yo ni sabía de su existencia, Tamara y Julián me
preguntaban cada un minuto donde estabamos, y yo no contestaba porque
no sabía ni dónde estábamos parados. Pasó media hora y lo que más
me preocupaba era la hora, ya que nuestros padres no se podían
enterar que nos habíamos escapado.
Pasaron varios minutos y nos
dimos cuenta de que un hombre nos estaba persiguiendo, Y al
percatarnos automáticamente empezamos a correr. De tanto correr
perdimos de vista al hombre y sin querer llegamos a la calle de atrás
de la escuela en la que no había luz. “Idiota”, me dije al darme
cuenta. Tami y Juli me quedaron mirando, y les dije: -estuvimos dando
vueltas todo este tiempo. No reconocía las calles porque estaban sin
luz, pero ahora sí ya sé dónde estamos vengan síganme-,
-¿Segura?- me preguntaron Tamii y Juli. -Si- les contesté con vos
enojada. Llegamos en hora a la casa de Tamara y Julián, y obviamente
llegué en hora a mi casa, mi madre ni se imaginaba lo que hice y mi
padre menos. Eso sí, no nos acordamos que cada vez que falta una
estudiante las maestras llaman a la casa para informar a la familia,
pero eso sería mañana y ahora solo pensaba en que pasé un día
increíble y valió la pena.

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