La gata dormilona.

 

Había una vez una Gata muy dormilona que se pasaba los días y las tardes enteras echada arriba del televisor. Siempre se preguntaban que es lo que le hacía para quedar tan exhausta, pero nadie la veía haciendo otra cosa que no fuera descansar.
Una noche su dueño tuvo la idea de ir a buscarla y ver si también dormía toda la noche, pero mientras bajaba la escalera pudo verla… ahí estaba ella, sentada frente al acuario, viendo cómo dormía la tortuga. Sólo se quedó allí mirándola en silencio a su gata, despierta y serena estaba cuidando el sueño de su amiga tortuga.
Al día siguiente pudo verla como de costumbre, durmiendo arriba del televisor y entonces pudo comprender el porqué de su sueño durante el día, pero no notó que la tortuga también la cuidaba desde su sitio.
FIN
– Moraleja del cuento: Los amigos siempre se cuidan.

Comentarios